Caragada de ilusión viví algún día
en mi casa cuando aún era muy niña
y desprecié, insensata, aquel cariño
que me brindara siempre La Virgen María
Desde ese entonces, la existencia mía
transcurrió entre bohemia y desaliño
para ir de festín bastaba un guiño
y una aventura fugaz por compañía
Hoy contrita, abatida, sin que luzca
el laurel de Tu victoria, torno en busca
del sedante calor de tus imaginadas manos
Dame un poco de amor Madre para mi herida
y endulza la agonía de mi vida
con la tierna visióm que da tu abrazo
II
Me devuelves la ilusión, emoción cierta
con amor y humildad yo Te recibo
por gusto, como por saberme viva
ya que hace tiempo sin Tí me creía muerta
Era en verdad muy niña e inexperta
de orientación Mariana poco expresiva
pues de mi insensibilidad fuí cautiva
no podía ser oración en tu concierto
Ahora Tú me enseñas loores muiscales
y felíz y alegre en mi poder me dejas
sumida en pensamientos muy hermosos
Y te digo Madre como del mal me alejas
que los recuerdos sin Tí ya son viejos
y hoy feliz me entrego a Tus promesas
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