Además de los sueños

¿Que nos quedará, además de todos nuestros sueños?
Pasamos una vida, construyendo tantas cosas,
un gran amor, un lugar al sol, un hogar dulce hogar.
Formamos familia, cuidamos con amor y límites,
atención desdoblada, noches apenas dormidas.
Pero vale tanto la pena,
disfrutar cada instante de casa llena,
aunque a veces parezca agotador.
Hay tanta risa y la alegría
se devela en cada rostro, en cada palabra.
En el tiempo, vamos marcando las páginas
de un libro escrito con lágrimas y sonrisas.
Si la profesión nos llama allá fuera,
con energía cumplimos las tareas.
Si hay estudios, lecturas en buena hora,
a todo se atiende, en el movimiento incesante,
de la rueda de la vida, que nos impele para el frente.
Pero los años llegan y también el balance de la vida,
y tantas veces el cansacio
atención desdoblada, noches apenas dormidas.
Pero vale tanto la pena,
disfrutar cada instante de casa llena.
Pero no queremos pensar en parar..
el nido vacío se quedó demasiado enorme,
para un corazón lleno de recuerdos.
Es preciso embriagarlo de nuevas sensaciones,
tomar el aliento para que otros sueñen.
Es preciso plantar nuevas semillas,
comenzando un nuevo hogar.
Aunque el jardinero ya no sea el mismo,
y prefiera perezosamente balancearse en la red,
en las frescas tardes de otoño,
muerto de añoranzas de las antiguas primaveras,
aún así es preciso que me des...
finalmente aún contiene de la vida, el soplo
que lo mantiene de pie y ojos abiertos;
Que jamás desanimes y bajes la mirada para el suelo.
Necesita recoger la línea del horizonte
y volver a soñar.
Aún necesita plantar, cuidar y esperar
pacientemente, las flores que del campo surjan
coloridas y alegres,
para encantar a otras tantas miradas.
Finalmente la gran misión,
de esparcir amor y alegría a los otros,
está además de los sueños
de cada uno de nosotros...