Preocuparnos con lo que los demás
Puedan pensar de nosotros, es raíz
Muy honda, perverso se contradice,
Aquel que se juzga intocable.
Nacemos y crecemos como iguales,
Hombre hecho o efémero niño.
Quanto más no vale aquel que se desdice
Si estamos equivocados, como trovadores.
Amo la humildad y la verdad,
Y aún que perezcamos en un conclave,
No dejámos la lucha derivar.
Todo en nuestra vida es arduo trabajo,
Cartas escondidas de una vieja baraja;
Luchamos y luchamos para que ella nos sirva.
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